Ya os comenté por teléfono nuestra buenísima experiencia en este viaje a Birmania. No he querido dejar pasar mas tiempo sin escribiros unas líneas de agradecimiento.
Nada mas llegar al aeropuerto de Yangón y ver el cartel para identificarnos, pudimos constatar que nuestro viaje a Birmania estaba preparado hasta el mínimo detalle.
Durante todo el viaje, el personal de Birmania y tu hija, estuvieron pendientes de nosotros y se preocuparon de que todo saliera de maravilla; me gustaría que les hicieras llegar nuestro agradecimiento a las tres por ser tan atentas con nosotros. Por hacer que nos sintiéramos como en casa y especialmente a nuestra guía, a la que en algún que otro momento mareamos con cambios de visitas, preguntas, peticiones de comida, de compras, etc. y siempre nos solucionó lo que queríamos con una sonrisa.
En todo momento he tenido presente tus palabras Salva, al describir el país como espectacular, verdaderamente es increíble la belleza de todo lo que visitamos. Aunque no paramos un momento, vuelves con la sensación de que nos ha quedado mucho por ver. Es un país grande, interesante, bonito, diferente, con una gente maravillosa…, tiene algo que te emboba, esa mezcla de construcciones espectaculares, solemnes e interiores bellísimos y en algún momento muy chocantes para nuestra cultura. (lucecitas de colores, Budas majestuosos con alfombrillas con estampados de niños pequeños, figuras de espiritus un tanto extrañas…), en fin, que da para muchísimo mas que para pasar unos días de vacaciones, podríamos volver mañana mismo y repetir experiencia (aunque algún hijo mio negociaría el cambiar algún templo por algo de naturaleza, ya sabes, cada uno tiene sus preferencias y sus gustos, aunque todos hemos vuelto encantados del viaje).
Hemos vivido experiencias fantásticas y alguna que otra anécdota divertida, como ejemplo te diré que en varias visitas a templos, visitantes Birmanos nos pedian hacerse fotos con algunos de nosotros. A los chicos también, era muy gracioso, pues la «atracción» eramos nosotros, que supongo les parecíamos tan exóticos como ellos a nosotros.
Por cierto, quería comentaros que nos hizo mucha ilusión llegar al hotel y ver las mochilas con todo su equipamiento. Un detallazo, además fue gracioso porque Carlos llevaba la del viaje a Camboya. Ya estaba ya muy vieja, pero a la que le tenía cariño y le costaba tirar. Así que la ha podido reemplazar por la de este viaje.Fue un punto de conexión emocionante con Camboya.
Os mando alguna foto, no son las mas bonitas ni mucho menos, que de esas ya tendréis muchas, sino de nuestras vivencias.
Espero volver a veros en algún momento, si venís a Barcelona, que sepáis que tenéis casa y amigos para lo que se preste.
Un abrazo muy fuerte a los dos,
¡Hasta pronto!
Mar y familia