Todo empezó con el grato recibimiento de Salva y orientarnos un poco sobre el país. También nos orientó sobre nuestros próximos días de vacaciones, y como no, después conocer a dos entrañables personas. El conductor Ra, y al maravilloso guía, que desde el primer segundo nos hizo sentir como en casa. A lo largo de los días desde que llegamos a España, nos hemos dado cuenta que dejábamos a un amigo en el país de las sonrisas.
Expectacular fue la ruta que hicimos de quince días, descubriendo las diferentes zonas rurales, ciudad, selva. La verdad que ha sido un viaje maravilloso y fantástico, hemos recibido mucho más de lo que esperábamos. Sobretodo como padre de familia, me he sentido muy a gusto al ver como mis dos hijos de diez y tres años, han disfrutado muchísimo con la gran experiencia.
A día de hoy hace tres meses que volvimos, y mi niña de tres años muchas veces me dice que quiere ver al guía, a ver si podemos ir a Camboya a verlo…
Como contaba al principio, no hay palabras para expresar lo bien que lo pasamos, que han sido unas navidades muy especiales en un increible país donde la gente local te acoge con lo mejor de ellos…su amabilidad, hospitalidad, y como no, su eterna sonrisa.
Esperemos que algún día podamos volver de nuevo a este lugar tan especial y desearos todo lo mejor a todo el equipo de Camboya Increible.
Muchas gracias por todo,
Mito, Cristina, Ádam, Noa, David y Chus.
Nota de Camboya Increible:
las gracias os las debemos dar nosotros por confiar en nosotros a la hora de conocer este impresionante país. Ha sido unlujo teneros por aquí.
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