Queridos Esther y Salvador, Aunque con un poco de retraso aquí van nuestras impresiones de nuestra estancia en Camboya. Los 4 estamos muy contentos con el viaje, sobre todo con el hecho de que nos hayáis conducido a través del país no sólo por los lugares mega-turísticos como Angkor sino también por lugares a donde difícilmente accederíamos no digo ya por nuestra cuenta sino incluso con cualquier otra agencia. Supongo que en ello influye el hecho de que Salva conozca tan profundamente el país. Todo esto se demuestra por ejemplo en los viajes en moto a través de los interminables campos de arroz -y las increíbles escenas humanas que los acompañan- que te dan una idea de un país que es más que 2 ciudades bulliciosas, congestionadas por el tráfico, contaminadas; un país que es esencialmente rural y con un cultivo omnipresente: el arroz. Paisajes vastos, impresionantes por su belleza serena, sin histrionismos. Se demuestra también en la elección de los diversos espacios naturales y medios de transporte elegidos, siempre acordes con los lugares que nos queríais mostrar. Y ahí entra la clara diferenciación entre los viajes por tierra (en furgoneta, moto, tren de bambú, tuk-tuk…) y los viajes por agua en barca (barco, barcazas… no sé cómo llamarlo) desde donde se observaba esa otra forma de vivir de una parte de la sociedad camboyana. Para concluir me gustaría mencionar un aspecto muy importante para que un viaje funcione: el de los colaboradores. Los 4 quedamos muy positivamente impresionados por lo perfectamente que funcionaron todos los enlaces de las diferentes etapas, que no fueron pocas. Nunca tuvimos que esperar por un guía o por un medio de transporte. Al contrario, siempre estaban esperándonos y preparados para conducirnos por sus campos, ríos, lagos, carreteras… Una profesionalidad, suponemos que en parte inculcada por Salva y sus métodos, que nos sorprendió muchísimo y que no siempre se encuentra. En este apartado querríamos aplaudir vuestro deseo de incorporar más colaboradoras femeninas a vuestra organización y que demuestra que sois mucho más que una agencia de viajes. En definitiva, y como conclusión, el viaje está diseñado por alguien que conoce profundamente el país. No se trata de una agencia que te vende un viaje, sino de un par de conocedores, Esther y Salva, de un país en el que viven y al que aman.
Vuestros amigos María, Stefan, Carmen y Olaya